Dom Pérignon, monje Benedictino 1638-1715, de la abadía de Hautvillers, fue un pionero en la técnica de los vinos y el champagne, primero efectuó un coupage de diferentes uvas a fin de mejorar la calidad del vino, en 1670 perfecciona el arte de producir vinos blancos des de uvas tintas, por medio de un inteligente sistema en el prensado, incrementando la tendencia del champagne a retener su azúcar natural, para inducir una segunda fermentación en la primavera, y conseguir la retención de burbujas, por lo que incorporó el corcho, en vez de la madera utilizada hasta entonces. Sin embargo el desarrollo de una forma comercial del vino espumoso, champagne, no ocurrió hasta el siglo XIX, cincuenta años después de la muerte de Dom Pérignon.

Moët Chandon desarrolló la marca Dom Pérignon en el año 1921 y empezó su comercialización en el año 1936, el primer cliente fue Simon Bros and Co que lo vendió a 150 consumidores, este champagne llamó inmediatamente la atención de un numeroso público y tuvo en los años siguientes una gran aceptación, siendo buscado por los famosos del mundo. La producción actual es de más de 2 millones de botellas, la empresa no suministra los datos, algunos informan que está alrededor de los cinco.

Dom Pérignon es siempre un coupage del 50% de Pinot Noir y otro 50% de Chardonnay, y solamente se elabora en los mejores años. Se vinifica según el proceso normal y permanece con sus sedimentos entre 6 y 8 años en las cavas, su enólogo actual es el Sr. Richard Geoffry. En sus esplendidas bodegas conservan un muy apreciable estoc de viejas añadas.

De color oro pálido, con muy fina burbuja. En nariz notamos la almendra y el cacao que se mezcla proporcionalmente con aromas de frutas blancas y flores marchitas, notas de torrefacción en boca y el paladar oscila entre la densidad y la ligereza, dando al conjunto una categoria sublime, de sutil complejidad.