Bajo el anagrama del Gran Año, un nombre de evidente simplicidad, nos ilustra un producto de excepción, pues solamente los años verdaderamente fuera de lo común gozan del privilegio de embotellarse bajo esta etiqueta. La vinificación se efectuá totalmente en barricas durante siete meses, después permanecerán durante cinco años en la cava.

De color ligeramente púrpura, o bien tostado, indicativo de su paso por madera y por el sistema de vinificación de Bollinger. En nariz notas de pan tostado, de especies exóticas, de frutas al aguardiente. Al paladar es vivo y prolongado con un suave burbujeo.

Este champagne es adecuado para la alta restauración, acompañante privilegiado en una excelente comida, puede tomarse con asados, con carne cocinada, con buenos quesos, con foie gras, su potencia hace un buen maridaje. Debe servirse entre 10 y 12 grados y podemos degustarlo hoy o bien dejarlo envejecer en bodega durante 5 o incluso 10 años.