François Delamotte, propietario de viñedos en Reims, fundó la casa Delamotte en 1760. Tres siglos después, su champagne sigue haciendo las delicias de nuestros paladares. Ubicada en Le Mesnil-sur-Oger, en el corazón de la Côte des Blancs, Delamotte mantiene vivo desde entonces el legado de su fundador: champagnes elaborados con sencillez y valentía. Son vinos que deben su delicadeza a la Côte des Blancs, potentes y etéreos monovarietales de chardonnay con la riqueza y el equilibrio que les confiere este terroir.
Gracias a su constancia, pasión y dedicación, Delamotte se ha hecho su lugar entre los grandes nombres de la región de Champagne. Hedonistas, aficionados curiosos, sibaritas, paladares exquisitos… Todos son bienvenidos a disfrutar de una botella de Delamotte. Generosos y nada elitistas, nuestros vinos seducen y conquistan a un público en busca de experiencias efervescentes.
¿Por qué elegir un Delamotte? Por su frescura, por su carácter, para disfrutar. Solo sabemos elaborar champagne con fantasía, naturalidad e ilusión. Nuestros champagnes le hablan al alma. Le susurran los secretos de la uva. Le cuentan lo mucho que ganan nuestros vinos durante la crianza. Hacen gala de desparpajo y se prestan a ser degustados en todo momento.